Cuentan que las noches eran más largas en San Pedro de Zatopek, a la luna le gustaba escuchar la música y se quedaba un ratito más allí. Dicen que quien tocaba aquella música era el joven Emil desde su tejado. Heredó los ojos claros de su madre, la flauta de su padre y el talento de su abuela. Cuentan que era tan hermosa aquella melodía que el mismo diablo le envidiaba. Algunos juran haber visto cómo una sombra llamaba a su ventana en mitad de la noche. Un viejo pescador me aseguró que el diablo ofreció a Emil cambiar el don de la música por aquello que desease. Lo cierto es que la música paró, y las noches volvieron a ser cortas en el pueblo.
A Emil se le vio paseando junto una joven de piel blanca y un largo cabello oscuro. Se casaron pero no hubo primavera aquel año.
150 palabras es una entrega dominical, creada por Marta, la creadora del blog Diario de algo especial, de una microhistoria o micro relato, con la que podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad, y enfocada a los niños. Te daré tres palabras de inicio, y habrá que crear un cuento. ¡de 150 palabras!
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Mal asunto juguetear con el diablo… Siempre sale ganando él en los tratos.
Excelente relato, me ha gustado mucho.
Un saludo!
Muchas gracias Ramón. Igual no fue tan mal trato eh.. 😉
Preciosa historia! Feliz domingo! 😘
Muchas gracias! Feliz semana..y cuidado con lo que deseas! 😉
yo prefería la música que a la chica, :p. Una historia muy bonita
Entiéndeme ..la música esta bien..pero vosotras también. Feliz semana!
Impecable como cada domingo. Muy gráfico… La fuerza del amor no tiene límites y mueve montañas.
(Pero no me dejes sin primavera que me matas)
😉 ¡Un abrazo!
Voy a por el diario de marzo
Me gustaba acabar con esa frase pero reconozco que me apetecía un final más dulce..me quedaban pocas palabras..jejeje..si te consuela luego vienen los hijos
me dejas anonadada cada semana… una pena que no se quedara con la música…
Bueno..la música llegará de una u otra forma. Tendrán unos cuantos peques
Y finalmente el diablo lo tento!! Muy linda historia!
Gracias! Tenía ganas de meter al diablo por algún lado jejeje
A veces pedir una cosa a cambio de otra, no es una buena opción. Lo has descrito a las mil maravillas.
Efectivamente, todo tiene un precio en la vida.