No deja de asombrarme cómo una sociedad que, en apariencia, defiende la no violencia como forma de resolución de conflictos asuma el castigo físico a los pequeños. Es como si se nos ocurriera pegarle un guantazo al vecino porque se le ha salido la lavadora y nos ha mojado el tendedero. Subimos con cara de … Sigue leyendo